Los peritos agrícolas son unos técnicos especialistas en asuntos relativos a la producción del campo y son quienes están capacitados para evaluar el funcionamiento de una finca y los asuntos relacionados al terreno, cosecha, suelo y maquinaria.
El conocimiento de un perito judicial agrícola es de mucha utilidad para hacer frente a las demandas de un tribunal.
Por tratarse de un área económica donde se genera materia prima y representa el inicio de la cadena productiva de diversos sectores, las investigaciones en este terreno necesitan contar con un perito que sea capaz de certificar a través de informes, cuáles son las condiciones bajo las que operan las instalaciones agrícolas.
Es muy frecuente que el perito agricola sirva como especialista ante un tribunal cuando se generan disputas legales por daños, valoraciones de terrenos, reclamaciones de lindes y repartos de herencias. Su labor es de gran utilidad en empresas aseguradoras y casos que exigen llegar a acuerdos fundamentados en el análisis técnico del terreno.
Cómo trabaja un perito agrícola
Existen estudios especializados para formarse como perito agricola y por tratarse de un tipo de perito judicial tan específico, representa un testimonio de valor para un juzgado. Normalmente el peritaje se elabora para certificar todo lo expuesto en los documentos de propiedad y comprobar la legalidad de título.
La tarea del perito se extiende a la comprobación de asuntos in situ y verificación física de datos de interés para el caso, el objetivo de este tipo de perito judicial es sustentar en su informe las pruebas y ofrecer información ajustada a las leyes vigentes.
Es frecuente que estos especialistas sean muy influyentes en disputas entre trabajadores y propietarios agrícolas, pérdidas de cosechas y daños de infraestructura. En cualquier caso, el perito tiene la tarea de presentar un estudio imparcial que sirva de documentación para las autoridades encargadas de tomar decisiones.