Los informes periciales emitidos por los peritos judiciales deben tener unas características muy definidas para facilitar la labor de las autoridades judiciales.
Los informes deben utilizar una expresión clara y concisa para su correcta interpretación.
Las peritaciones deben estar bien organizadas, con un tono didáctico y esclarecedor. Deben ser rigurosas y razonadas y huir de subjetividades u opiniones no contrastadas para que los jueces obtengan conclusiones claras de los aspectos que se tratan.